Alergias Ocupacionales
En numerosas ocasiones acuden a nuestras oficinas pacientes con problemas que consideran son alergias relacionadas con sus trabajos. Usualmente presentan alguno de estos síntomas: asma, tos persistente, alergia nasal o en los ojos y erupciones y picor en la piel. Todas estas son presentaciones clínicas de problemas alérgicos.
Estos síntomas pueden ser causados por la exposición al trabajo y/o a alguna sustancia que causa alergia. Ejemplo de esto son: medicamentos, acrílicos, solventes, polvo u hongos en los conductos del aire, plásticos y látex. Todas estas substancias pueden, inducir síntomas de alergias, y en otros casos, pueden también activar y agravar una condición que el paciente ya ha padecido; una condicion pre- existente. En ocasiones encontramos que los síntomas no tienen relación alguna con el trabajo.
La evaluación de este tipo de paciente la hace un alergista con mucho cuidado: si el paciente presenta problemas respiratorios como asma, episodios de tos persistente o síntomas de alergia nasal, se tienen que evaluar aquellas substancias presentes en el trabajo que pueden ser inhaladas, por el contrario si las manifestaciones son cutáneas se sospecha entonces de aquellas que entran en contacto directo con la piel.
Muy importante: Tenemos que recalcar que estas exposiciones van a inducir problemas de alergias con mayor frecuencia en aquellas personas que tienen cierta predisposición hereditaria o que han padecido en la niñez de asma o dermatitis atópica. En otros casos estas substancias, que no inducen alergias, pueden causar síntomas porque actúan como irritantes en los tejidos. La mayora de las dermatitis de contacto en la industria, no son alérgicas, sino que la sustancia tiene el efecto irritante.
Además de los efectos iritativos o alérgicos de ciertos productos estos también pueden causar problemas médicos por sus efectos farmacológicos. Expresado mejor: aquellos efectos que se espera de ese producto, ejemplo de esto son las hormonas. En estas industrias de medicamentos, se hacen exámenes periódicos de los niveles en sangre para identificar temprano cualquier problema.
Tenemos menos problemas con los productos que tienen olores fuertes porque son fácilmente identificables. Por esa circunstancia, usualmente la exposición será de corta duración. Si por el contrario la sustancia no tiene olor o el olor es menos desagradable, la exposición puede ser prolongada y causar mayores s síntomas. Un ejemplo de este problema lo leemos en los periódicos a cada rato: escuelas que han sido evacuadas por problemas de exposiciones a gases. Gran número de estos casos son problemas en los pozos sépticos. El gas que produce es el metano, que aunque altamente desagradable no causa problemas a largo plazo. Sin embargo, en otros casos la exposición puede ser por escapes de gas fluido u otros productos de hidrocarburos que aunque no son tan desagradables, los olores, los gases son tóxicos.
En ciertas profesiones hay mas riesgo de exposición frecuente. El uso de guantes de látex en las profesiones medicas y dentales, la exposición a la harina de trigo en las panaderías y el polvo y los hongos en las bibliotecas, son ejemplos de esto. Los maestros con el esfuerzo vocal constante desarrollan problemas frecuentes de la voz que pueden ser agravados por exposiciones a polvo de las tizas, polvo común y hongo en sus sitios de trabajo.
Es sumamente importante, el tratamiento de estos pacientes, la identificación temprana de lo que causa los síntomas y la prevención a la exposición de estas substancias en su área de trabajo. A esto podemos añadir el tratamiento con medicamentos adecuados después de la evaluación cuidadosa por el alergista y sumamente importante, cuando se identifica la causa y eres candidato a la inmunoterapia, vacunas para la alergia, comenzarlas a la brevedad posible y ser consistentes y perseverantes con el tratamiento.